Feliciano Pineda: caficultor hondureño que vio renacer su finca con la asistencia técnica de PROCAGICA
La Paz, Honduras, 27 de octubre de 2020 (IICA) - Productores de café de varios municipios del departamento de La Paz, en Honduras, beneficiados con el Programa Centroamericano de Gestión Integral de la Roya del Café (PROCAGICA) mediante el fortalecimiento de planes de nutrición de sus cafetales a partir de abono orgánico, han obtenido resultados positivos en la producción y el rendimiento en sus fincas.
Feliciano Pineda Domínguez, de la comunidad La Estanzuela, en Marcala, La Paz, y miembro de la Asociación de Productores Agrícolas Mujeres “Las Jaguas”, es uno de los productores que han mejorado su finca con los aportes de PROCAGICA mediante las prácticas de nutrición mixta con abono orgánico y convencional.
La mayoría de productores de café de la zona perdieron sus cultivos cuando fueron afectados por la plaga de la roya, pero lograron levantar nuevamente los cafetales.
“En la época de la enfermedad de la roya yo quedé sin finca”, relató Pineda Domínguez, uno de los beneficiarios del PROCAGICA.
“A mí me daban ganas de llorar, porque quedamos sin ningún palo bueno, teníamos antes plantas de café borbón y en ese tiempo sacábamos de 60 a 70 quintales de café. Cuando la roya vino, de esta finca no sacaba ni un quintal”, detalló”.
Agregó que la finca la desraizó y, aunque le dieron ganas de sembrar hortalizas, puso su empeño en recuperarla.
“Lo que hice fue un esfuerzo, busqué los documentos de propiedad de la finca y metí la escritura a Banadesa (banco agrícola del país). Por medio de la oficina del Instituto del Café (IHCAFE) en Marcala me dijeron que hiciera la solicitud y así me aprobaron un préstamo. Volví a sembrar café y con el dinero logré restablecer la finca; aunque el dinero del préstamo no me ajustó, con mucho esfuerzo aboné las plantas y volví a levantarla”, explicó.
Según Pineda Domínguez, en el primer año obtuvo unos 30 quintales, pero no eran suficientes.
“Entramos a la organización de Las Jaguas donde logramos unirnos al proyecto PROCAGICA. Los técnicos del programa nos dijeron que nos iban a apoyar con un fertilizante químico y que debíamos también fortalecer la finca con abono orgánico, el cual nos dieron para mejorar el foliar de la hoja de café”, agregó.
El productor de café dijo que luego de la ayuda las plantas tienen una nutrición excelente, gracias al abono que reciben. Parte de este es conocido por los caficultores como “gallinaza procesada”, se elabora a partir de los desechos de las gallinas, mezclados con tierra. El precio ronda los 170 lempiras por saco.
A criterio de Pineda Domínguez, a una manzana de café se la aplican 50 sacos de gallinaza al año.
“Le he visto la mejora, yo veo que estos palos están nutridos ya y como digo, le agradezco a Dios y a PROCAGICA, quienes hacen el esfuerzo de ayudar a la gente como nosotros, que trabajamos con poco y que somos productores pequeños que lo hacemos para sobrevivir, porque hay tanta carestía y se vive con poco”, afirmó.
Cambio de vida
Según Feliciano, haber ingresado a la Asociación de Productores Agrícolas Mujeres “Las Jaguas” le permitió acceder a los beneficios del proyecto, el cual le ha cambiado la vida y a su familia le ha dejado notables beneficios.
“Es un hecho que esto nos ha cambiado la vida, yo este año espero una cosecha de 100 quintales en uva, con el abono químico y orgánico, esta finca ha mejorado y la cosecha que tiene ahora es exagerada”, dijo el productor.
Con cinco hijos y dos nietos, todo participan en la finca de Pineda Domínguez. Aparte de las labores del café, también se dedican a cultivar tomate y chile.
“Los abonos para los productores de café, cuyo acceso ha facilitado PROCAGICA, también los utilizamos en la siembra de otros productos para diversificar nuestras fincas”, agregó Feliciano.
PROCAGICA es un programa la Unión Europea (UE) ejecutado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población rural en las zonas productoras de café de Centroamérica y República Dominicana. Tiene impacto en cuatro municipios de Honduras: Marcala, Chinacla, San José y Santa María, en el departamento de La Paz.
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